martes, 20 de marzo de 2012

Shhh...

Llévame ahora allí. No tengo sueño y ya agoté todas mis nubes haciendo mantas para el invierno que llega, descalzo, lento. Se acerca a mi oído y susurra cosas que no quiero escuchar. Dime ¿por qué no callas? Nos da miedo lo que pueda esconder un silencio. Va enroscándose por las piernas, subiendo por la cintura y asfixiando la garganta ¿es por eso que no callas?
¿Te he dicho ya que no me quedan nubes? ¿Qué buscas entonces? En una mañana con sol me acordé de cuando hacía castillos de arena en la orilla del mar para dar de comer a las olas que venían a mí porque tenían hambre. Sentí cosquillas en los pies y volví a hacerme cocinera de las olas y nunca más olvidé quien soy. Ya encontré mi memoria.Ahora callas...

"Primavera ven y cúrame el invierno"
Fito y Fitpaldis (Las nubes de tu pelo)


martes, 28 de febrero de 2012

Ojalá.

Nada en mi cabeza. Vagos recuerdos de aquello que antes amaba se desvanecen con cada pestañeo. "Las cosas se van" te recuerda una vieja canción. Asumimos que nada es eterno pero el dolor que sentimos cuando algo se marcha es horrible.
El dolor de ver partir aquello que deseas agarrar para que permanezca contigo. Se escapa de tus manos. A menudo odiamos aquello que no podemos controlar.
¿Qué pasa? no logro recordar aquello que te había prometido, no puedo hacer cada momento menos doloroso para ti. A menudo prometemos cosas que no podemos cumplir. Ojalá pudiera hacerlo.
El trayecto lineal de la vida... ojalá creyésemos que hay dioses que cuidan de nosotros, ojalá pensásemos que alguien puede esperarnos al otro lado del camino, ojalá pudiéramos llenar nuestra cabeza de esas estupideces que reconfortan y amortiguan las caídas, pero nosotros no somos ellos. No somos ningún dios, no creemos en nada. A menudo solemos cagarnos en cosas sagradas ¿de qué sirve ahora rezar a esos ídolos llenos de mierda?
A menudo lo único que me queda eres tú. No rompas más tú alma, el Super Glu no es tan bueno como nos hacen creer los anuncios.
A menudo el simple aleteo de un pájaro hace que sienta ganas de respirar con más fuerza. Ojalá tú también pudieras sentirlo conmigo.




"Cosas de quita y pon, mariposas de sangre marrón, no me quieras querer, no me quieras matar, corazón."
Joaquín Sabina (No permita la virgen)

domingo, 6 de noviembre de 2011

Crónicas de un beso anunciado

Trepar por tu espalda, en ese momento realmente todo parece tan fácil. Cuando dormimos y me despierto por la noche buscando tus brazos para enredarme en ellos, me gusta que te despiertes ligeramente para besar mis mejillas y luego vuelvas a caer en el sueño.
Los días que llueve nos mojamos juntos y después para secarnos nos tendemos al sol. Penduleando en el aire nos besamos y aunque en algunos momentos las nubes no permiten que nos sequemos del todo y el día se torna oscuro, reconocería tu silueta aunque estuviera enterrada entre mil sombras.
Tu piel rozándome podría hacerme creer que tomo el sol en un día de verano hasta en el Polo Norte y siento que quererte así va a hacer estallar en pedazos mi temprano corazón.
Todos los días me haces subir a un rascacielos y cada día salto de él cuando pienso como me miran tus bonitos ojos, cuando solo ocupamos un espacio en un universo, que sentimos, por lo que tejemos los dos, que solo nosotros conocemos.
A veces pienso que un sastre del imaginario de mi cabeza te hizo a mi medida únicamente para mí y gasto el resto de mi tiempo en preguntarme de que manera se pueden coser las estrellas.
Ya no imagino de que otra forma podría conseguir el calor que obtengo cuando nuestras narices se rozan, la verdad por más que busque no veo otra manera.
Así pues, yo me quedo aquí, contigo, porque tampoco puedo imaginar donde estaría mejor que entre tus brazos y así día a día tú haces que sonría y yo por las noches, despacito, peino nuestros sueños, así no se enredarán y no tendremos que cortarlos.

martes, 5 de julio de 2011

Me toca tirar.

El ruido del avión y el mundo se perdió.
Y todas las miradas se centraron en mi voz.
Sabía qué decir, aunque ...
lo dijeras al revés, yo estaría sin dormir
y las líneas de mi mano seguirían sin decir
que no se me pasó, sólo fue que olvidé
que una parte en las cosas es pura y la otra sufrió
una especie de crisis de angustia que la devolvió
sin querer dar la vuelta.

Dije sí, lo noté, como todas las cosas se vuelven de plata,
y la luz se apagó, encendiendo a su vez una estrella
que indica el lugar donde pierdes el sueño.
Y logré que esta vez,
los fantasmas pagaran la cuenta y yo tiro otra vez.
Y ahora, yo sé lo que tengo que hacer:
conseguir otro par de zapatos.

De cuero y de cordón, de lágrimas y pan,
con todas las canciones que nunca llegué a tocar.
Donde se durmió, esa voz, ese lugar,
se hace oír, aunque no llegó a sonar.
Y las palabras no surgieron en el viento.

Y es verdad que una vez
yo también intenté conseguir lo que tú
y me encontré rodeado de gente que no conocía
y todos sabían mi nombre.
Mi nombre es ... ese que tú me has dado.
Mi nombre es ... ese que llama por ti.
Tu nombre es ese que guarda mil horas.

Y es verdad, que esta vez
los fantasmas pagaron la cuenta y yo tiro otra vez.
Y ahora yo sé lo que tengo que hacer:
conseguirme otro par de zapatos.

El ruido del avión ...

Iván Ferreiro


domingo, 5 de junio de 2011

Para ti también.

Cachitos de cielo se están cayendo para mí. Pequeños cachitos de cielo se desprenden y abrazan mis manos que se estiran para atraparlos, porque caen para mí. En ese momento siento que soy única en el mundo.
Una hormiga que camina y mira ese cielo se estremece y se siente insignificante, porque parece que cae, solo para ella, cachitos del cielo se caen solo para ella.
Un árbol se mece por el viento que lo empuja y sus ramas se estiran, intentando tocar ese cielo que parece que también quiere tocarle a él y que cae levemente. Cachos de ese cielo caen y mientras sus ramas se contonean se siente hermoso porque ese cielo cae solo para él.
La hierba crece rápido para unirse con el cielo y él también hace un intento pero no puede estirarse más y rompe en forma de lluvia. Solo para nosotros, hoy el cielo cae, solamente para todos. 

martes, 10 de mayo de 2011

Viento.

Lo abandoné. 
Abandoné el tiempo que me corre bajo los dedos deslizándose y jugando porque no es tiempo, solo es humo. 
Abandoné el humo de mi cigarro, de los coches, de las fábricas. El humo de tu sombra, el que conmigo juega escondiéndose en mis rincones.
Abandoné el rincón donde guardaba las cosas pequeñas que me hacían sonreír: un engranaje, una brújula, un poco de encaje, una mariposa y un secreto que contar a todo el mundo.
Abandoné mi mundo en el que las olas comen castillos de arena y mañana nunca llega si no quiero abrir los ojos.
Abandoné la mirada de la gente y los ojos que suspiran, las palabras.
Me abandoné a mí y no se cómo, solo sé que volví sin dar explicaciones a nadie, porque una vez quise ser viento y él no explica, no abandona, solo se va y vuelve, desordenando mi pelo, mi mundo, mis ideas... por eso abandoné, porque no sabía que era viento.


.
Un hombre que no se alimenta de sus sueños envejece pronto.
Wiliam Shakespeare

domingo, 13 de marzo de 2011

Irracionales

Se enamoró de un gato y ahora solamente pinta lunas, solamente cena lunas, solamente llora lunas...



.
Aunque a veces no lo recordemos, nada de lo que sucede se olvida.
El viaje de Chihiro